Este año no tuve la oportunidad de salir de vacaciones, pero pude disfrutar de la tranquilidad de la ciudad en compañía de mi familia. Fue una buena semana de descanso ya que como muchas personas más si deciden visitar otros lugares, la ciudad puede respirar un poco del estrés y el tráfico al que estamos acostumbrados normalmente.
Es bueno poder pasar unos días de calma porque ha llegado un punto en que, lamentablemente, se siente insoportable andar por las calles de Villahermosa. Por fortuna, me la pasé muy bien. Aprovechamos a compartir más tiempo casi toda la familia y por supuesto, pude descansar y retomar energías para las últimas semanas de clases.
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